Las heladas en Chile se dicen patrióticas, esto referido a que se concentran entre el 21 de mayo al 19 de septiembre, todas aquellas que se presenten antes de esta fecha son tempranas y posterior a éstas, tardías. La ocurrencia de las heladas en los años es relativa; en cuanto a número, momento y magnitud de los daños.
Antes de entender lo que ocurre con las heladas, debemos indicar como definición general qué se entiende por tal, es así que, para muchos, bajas temperaturas significan una sensación de mucho frío, pero en la agricultura no necesariamente es una helada.
Por esto que como concepto general una helada es un evento climático que implica temperaturas bajo los cero grados celcius, aunque ver el suelo blanco donde la temperatura de congelamiento del agua es esta, nos permite relacionarla con una helada o muy bajas temperaturas, de forma práctica para el común este es el principal indicador ya que no contamos, necesariamente, con termómetros al momento de la ocurrencia y sin instrumental en mano prácticamente es una sensación de frío extremo.
Las heladas en Chile son de dos tipos principalmente, la más común es aquella donde, por no calentamiento del suelo durante el día, no irradia calor durante la noche y la otra que se presenta es aquella que corresponde a una masa de aire polar que entra al continente y se deposita en las partes bajas de los huertos. En algunos casos se presentan ambas condiciones.
Si hacemos un poco de historia reciente de las heladas, esto en los últimos 15 años, podemos hablar de aquella ocurrida el año 2007, en invierno, donde en alrededor de tres días consecutivos se produjeron heladas. Estos eventos fueron de los más recordados hasta hoy por su gran magnitud y daños provocados, lo que caracterizó esta helada fue lo extenso en días de muy bajas temperaturas en gran parte de la zona centro sur del país, lo temprano que comenzó durante la noche y lo persistente en la duración, es así que éstas, recuerdo, comenzaron cercano a las 23:00 horas y su duración se extendió hasta por lo menos las 7:00 horas, las temperaturas rondaron los 2 a 3 grados bajo cero siendo el pic en momentos de 4 grados bajo cero, algunos dirán que incluso en sectores donde tenían termómetros ubicados en el campo superaron esas temperaturas y es totalmente factible que haya ocurrido. El daño que provocó esta helada fue catastrófico, gran parte de los huertos de paltos que se encontraban en plano, se helaron, y principalmente aquellos que no poseían ningún sistema contra heladas. Es más, recuerdo que el uso de aspersores aún no estaba tan masificado, sí, los ventiladores a gas. Estos últimos se complementaban con el uso de “chonchones” o calefactores a petróleo, en muchos casos también como medida de control, aunque con muy baja eficiencia y muy contaminante (hoy su uso está descontinuado), así también el quemar fardos húmedos o neumáticos, lo que provocaba humo, el cual se enfría rápidamente no consiguiendo calentar el ambiente. Los más antiguos, regaron el suelo por tendido o surcos como medida que hasta el día de hoy se utiliza a modo de mitigar el efecto de las bajas temperaturas.
Otra de las heladas recordadas, ocurrió el año 2013, la diferencia con la del 2007, es que esta no fue de gran magnitud en cuanto a duración y bajas temperaturas, pero sí en el momento que ocurrió, fines de septiembre, un fin de semana, esto pilló a todos desprevenidos, ya que no se esperaba que ocurriera en esa fecha y peor aún en floración de varias especies caducas y el inicio de muchas persistentes. A modo de comparación entre variedades de una misma especie, el daño que se apreció en la variedad Serr de nogales fue mucho mayor que en la Chandler de igual especie, esa temporada la producción de Serr se vió afectada en más de un 70% y en algunos casos, total.
Las heladas que ocurrieron el 2021 fueron importantes, el otoño-invierno se había presentado mas bien templado, lo característico de esta ha sido que dura varios días con temperaturas de cero a un grado bajo cero, en momentos de la noche y en muchos casos poco antes de amanecer, sin embargo, los sistemas que hoy se tienen parten temprano en la noche, justamente entendiendo la experiencia con la que ya se cuenta. Sin embargo, estas condiciones pueden decirse que están dentro de lo normal en el comportamiento de las heladas en los años, es decir, heladas del tipo radiativa que corresponden al 90% de las heladas que ocurren en Chile.
Este año, 2022 (en curso), ocurrió una helada el 31 de mayo, 1 y 2 de junio, donde la del 1 de junio fué más intensa, llegando en la zonas centro sur entre -4 a -6 ° C, medidos con termómetros en los campos, helada del tipo polar que no ocurría hace 15 años (2007), esta helada provocó un gran daño en especies persistentes como paltos y cítricos, siendo los más afectados los limones que prácticamente se quemaron completas sus estructuras con pérdida de frutas, hojas, brotes y madera de grosor medio; por otra parte, naranjos y mandarinos fueron afectados fuertemente pero lograron tener una mejor resistencia ante este evento.
En el caso de los paltos, el daño también fué importante principalmente por la pérdida de fruta que provocó este año al quemar pedúnculos y por ende la caída de frutas (la que aún continúa). En general, las diferentes variedades de paltos fueron afectados, pero en variedades como Hass que contaban con el control de heladas por aspersión resisitieron mejor que con otros control de heladas y que variedades más resistente al frío como Negra de la Cruz , Bacon y Edranol. El daño evidente se observó en roturas de ramas por el peso del hielo sobre estás.
Nuestra memoria nos ha permitido enfrentar de mejor forma estos eventos, al estar más preparados en cuanto al uso de sistemas de control en base a ventiladores estáticos y móviles (heladas menos intensas y que son las más habituales en Chile), como así el sistema por aspersión de agua (que presentan un mejor control en mabos tipos de heladas), los cuales se complementan con el uso de productos que actúan de diferentes formas (subiendo el nivel de azúcares de las plantas, fortaleciendo las paredes celulares, aplicaciones de aminoácidos y algunos bioestimulantes). El manejo de la fertilización y de las malezas, también aportan al control efectivo de las heladas.
Hoy continuamos protegiendo nuestros cultivos y siempre debemos estar atentos para tomar las mejores decisiones en base a las experiencias que contamos.
Andrés Puebla R.
Director Consultas Agrícolas
andrespuebla@gmail.com