Desde los albores de la agricultura el aporte de agua a los cultivos ha sido esencial para el desarrollo humano. Tanto las obras de conducción y de riego artificial, en primera instancia y hasta el día de hoy, se han valido de la fuerza de gravedad para el aporte de agua, en principio por inundación y luego dando paso a los surcos. En la mitad del siglo pasado y durante la llamada “Revolución Verde” se inventó en Israel el riego por goteo como lo conocemos actualmente.
Dentro de sus ventajas más significativas en comparación con el riego tradicional, encontramos el ahorro tanto de agua, fertilizantes y mano de obra y un aumento en rendimiento dado principalmente por la uniformidad en el aporte de agua y una menor incidencia de enfermedades fungosas.
Dada la importancia en la producción es que se han buscado sistemas cada vez más eficientes, para el uso del agua como de la energía, como así también, que se adapten a cualquier cultivo en las distintas zonas productivas
El riego por goteo es posible de implementar en prácticamente todas las especies hortícolas de hoja, fruto, bulbo, raíz e inflorescencia. Sin embargo, no se debe entender el goteo como una solución en sí mismo, sino como una herramienta eficaz para el correcto desarrollo del cultivo.
En este sentido, existen factores importantes a considerar para el correcto uso de un sistema de riego tecnificado de baja presión como lo es el goteo de hortalizas. Dentro de los factores a considerar están, entre otros, la precipitación del sistema, el uso de la maquinaria agrícola y el costo energético.
La precipitación del sistema se entiende por la velocidad en la cual se aplica el agua en el cultivo. Dada la distancia de separación que hay entre los surcos, que generalmente ronda los 75 (cms) a 1 metro, se tiene una gran densidad de goteros y por ende una alta precipitación, siendo las más usuales entre 6 a 7 (mm/ hr) (comparado con frutales que se habla de 1 a 2,5 mm/hr). Esta alta precipitación afecta el diseño y la operación. En el diseño tendremos mayor número de sectores, pero de menor superficie y desde el punto de vista operacional afecta ya que los tiempos de riego serán muy cortos (media a una hora en general).
Desde punto de vista operacional, la alta frecuencia y corto tiempo de riego nos obliga a revisar constantemente el sistema en busca de fallas. Siendo las más comunes la pérdida o nula regulación de presión y la desconexión de las cintas a la sub matriz o regadora, principalmente dado por problemas en la instalación de las cintas de riego. El efecto directo en esto es que una o varias hileras pueden quedar sin el riego total o parcial del día afectando de manera negativa la productividad del cultivo.
Desde el punto de vista de la mecanización y su relación con el sistema de riego, es imprescindible que las líneas de cultivo sean rectas, paralelas y equidistantes entre sí, por ejemplo, para distancias de 75 (cm) debe haber 133 surcos en 100 metros. Que el surco no está recto afecta a las cintas al momento de instalarlas y durante su vida ya que pueden quedar fuera de la línea de siembra, regando fuera del lugar esperado y exponiendo la cinta al paso de la maquinaria. Que la distancia no sea homogénea provoca que haya menos surcos, dejando cintas o “chicotes” sin uso y otros conectados a la regadora sobre el surco y no sobre la melga o línea de siembra.
Desde el punto de la vista de la energía, un sistema de riego de hortalizas absorbe alrededor de 0,75 a 1 (HP/Ha). Por ejemplo, si se disponen de 5 has, la bomba a elegir deberá resultar en una potencia de 4 a 5 HP, esto para sistemas diseñados en base a 24 horas de riego en máxima demanda.
Las fuentes de energía más comunes son la gravedad, electricidad y el petróleo. Para energía eléctrica tenemos dos tipos de alimentación la monofásica y la trifásica, de 220 y 380 volts respectivamente, siendo la primera menos eficiente energéticamente que la segunda, consumiendo más energía (amperaje) a la misma potencia. En el caso del petróleo, el consumo es de 2 a 2,5 (l/h) en base a sectores de riego de 1 hectárea. En caso de usar electricidad, por cada HP absorbido el consumo será aproximadamente de 0,75 (kw/h) en motores trifásicos, resultando en un sistema costo efectivo para equipos de riego móviles.
Juan Francisco Sandoval
Gerente General Cai Cai Riego SpA
Muchas gracias; sus datos me servirán para mi tarea.
Por nada, que esté muy bien. De qué país nos escribe? para mejorar la información que entregamos y buscar temas de interés.
Saludos