Consejos para elegir correctamente un programador de riego que te permitirá establecer ciclos de riego, duración, horario, frecuencia y así mejorar el riego de tus jardines, huertos y cultivos, mientras ahorras agua.
Los programadores son dispositivos electrónicos que automatizan el riego de jardines, balcones, huertos y, por lo tanto, liberan de esa tarea al usuario del jardín.
Permiten establecer ciclos de riego, es decir, un horario, duración y frecuencia del suministro de agua, según las necesidades de los diversos tipos de plantas, el suelo, el clima y la época del año.
Suelen contar con programas prefijados, lo que simplifica su manejo, o se pueden configurar manualmente. Los programadores de Galcon, por ejemplo, hacen posible un riego diferenciado en distintas áreas del jardín.
¿Qué ventajas tiene el riego con programador?
La inversión en un sistema de riego automático con programador se amortiza rápidamente por el ahorro de agua y la calidad de los cultivos, ya que el suministro de agua se lleva a cabo de forma más eficiente gracias a la programación ajustada a las necesidades de los distintos tipos de riego, plantas, suelo y época del año.
Si el riego se efectúa en horas de la noche o al amanecer, cuando la presión es máxima y no hay evaporación por efecto del sol, la eficiencia es máxima.
Otra ventaja esta obviamente en el ahorro de trabajo y el tiempo de dedicación que requiere el riego manual y permite disfrutar mucho más del jardín y espacios verdes.
Un programdor de riego es especialmente útil en vacaciones o ausencias prolongadas ya que funciona de forma autónoma.
¿Qué tipos de programadores existen?
• Por tipo de funcionamiento
Pueden ser analógicos, digitales o de tipo híbrido. En general, los digitales permiten una programación más flexible que los analógicos, ya que permiten realizar diferentes tipos de riegos en diferentes horarios y variando las salidas.
• Por tipo de alimentación
Pueden funcionar enchufados a la red eléctrica, con pilas alcalinas, batería de litio de gran durabilidad, e incluso con energía solar en el caso de algunos de última generación.
Los que funcionan con electricidad también suelen llevar pilas, pero solo para garantizar su funcionamiento si se interrumpe el suministro. También incluyen un transformador de 230 a 24 voltios.
• Por tipo de programador
Programadores de canilla
Son los más asequibles y sencillos, diseñados para regar 1 o 2 zonas con necesidades de riego distintas de forma independiente.
Se denominan de 1 o 2 vías. Se acoplan directamente a un grifo mediante un conector y llevan en su interior una electro-válvula con cierre de membrana o bola, mecanismo que abre o interrumpe el paso del agua. Son adecuados para espacios pequeños o medianos, sin muchas áreas con exigencias de riego muy diferenciadas.
Permiten programar varios ciclos de riego, de distinta duración, horario y frecuencia (incluso más de uno al día). Algunos modelos controlan cualquier tipo de riego, incluso nebulización, y otros son específicos para riego por goteo.
Programador de riego: Multizona
Gestionan diferentes programas de riego independientes para 4, 6 u 8 zonas diferenciadas en uso residencial, cada una con sus correspondientes ciclos.
Son los más indicados para los sistemas de riego enterrado o por aspersión para el césped, y espacios amplios con zonas de cultivos con necesidades muy variadas de agua.
Cada circuito de riego (estación) es controlado por una electro-válvula independiente conectada por cable al programador.
Las electro-válvulas suelen colocarse en una o varias arquetas, recipientes estancos que se entierran a ras del suelo y cuentan con una tapa en la parte superior para acceder a estos dispositivos.
Deben situarse en un lugar protegido de las inclemencias climáticas, bajo techo o en la propia arqueta de las electro-válvulas.
Electro-válvulas autónomas con programador
Incorporan el programador en la parte superior, funcionan a batería y están diseñadas para regar espacios verdes en un solo circuito. Son fáciles de programar y usar y son muy útiles para ampliar una zona de riego de forma autónoma sin necesidad de extender el cableado desde el programador central.
El funcionamiento y la programación
Los programadores incluyen dos mandos básicos: el de horario, para definir qué días, a qué horas y con qué frecuencia debe realizarse el riego, y el de duración de la sesión.
hay que tener en cuenta estos parámetros para elegir el dispositivo más adecuado. Por ejemplo, si necesitamos regar el césped en verano, el programador deberá tener capacidad para reiniciar el ciclo dos o tres veces al día.
La duración del riego, por su parte, puede variar enormemente: solo unos minutos si se trata de caudales abundantes o hasta varias horas en el caso de los circuitos de goteo.
Conexión a sensores
Muchos programadores incluyen o pueden funcionar en conexión con un sensor meteorológico o de lluvia para pausar los programas de riego si llueve o el suelo está empapado, o un sensor de humedad, para que el riego se produzca cuando detecte en el sustrato un determinado grado de sequedad.
Algunos modelos permiten el fertirriego, es decir, dosificar el suministro de fertilizante líquido en el caudal de agua y aportarlo a las plantas de un modo uniforme.
Presión de la fuente de agua
Antes de poner en funcionamiento el sistema de riego debes conocer la presión y el caudal que suministra la fuente de agua, y el rango de presiones a las que puede funcionar el programador. La presión debe ser siempre un poco mayor que la del riego, ya que siempre se pueden instalar reductores de presión para que el sistema funcione correctamente.
Es bueno recordar
Aunque los programadores en su mayoría son resistentes a la intemperie, lo más conveniente es instalarlos en un lugar protegido. Es mejor instalarlos bajo techo o cubiertos con una caja de pared. Si permanecen a la intemperie durante el invierno, según el frío que haga en la zona, será mejor cubrirlos para evitar que las heladas lo afecten.