Durante los últimos años, el recambio varietal en todas las especies ha sido potente, y la uva de mesa no ha sido la excepción. Cada año, a nivel mundial los programas de mejoramiento genético obtienen nuevas selecciones que pronto serán variedades a nivel comercial, dependiendo de la aptitud que tengan para ser producidas en cada territorio y comercializadas en los distintos mercados.
Antiguamente podría bastar con que fuera productiva y llegara bien a destino. Los parámetros como crocancia y sabor fueron haciendo su entrada en la medida en que la demanda de estas características fue haciéndose notar, buscando diferenciarse dentro de la amplia oferta varietal.
Con un mercado cada vez más exigente, se ha hecho necesario tener un producto que sea consistente, que cumpla con lo ofrecido y que sea amigable con el bolsillo del productor. ¿A qué se refiere esto último y cómo lograrlo? Buscando disminuir las labores en campo en donde se utilice una gran cantidad de mano de obra, como por ejemplo durante la amarra de cargadores, se busca más bien poder podar a pitones si la variedad lo permite, buscando eximirse de este tipo de labor. Otra labor costosa es el arreglo de racimo: se busca que sea muy fácil o que directamente no haya que realizarlo.
En la actualidad estos factores son motivo para incluso descartar una nueva variedad por el alto costo que pueda generar, en detrimento de la rentabilidad.
Algo que es imprescindible es contar con variedades que toleren bien viajes de al menos 45 días, llegando a destino con una uva fresca, de buen comer, crocante y de buen aspecto. Hoy buscamos variedades que ofrezcan al consumidor uvas de texturas crocantes, de sabores, colores y formas diferentes y atractivas. Que también al productor le permita obtener altas producciones, que se adapten a las condiciones agroclimáticas locales y se puedan producir con una menor intervención de mano de obra, intervención de reguladores y de productos fitosanitarios. Otra tendencia en la búsqueda de nuevos genotipos está en la generación de variedades que contribuyan a la salud del consumidor.
PROGRAMAS DE MEJORAMIENTO GENÉTICO
A raíz de esto, en su búsqueda por proporcionar a la industria frutícola alternativas varietales competitivas, A.N.A Chile trabaja actualmente con los siguientes programas de mejoramiento genético (PMG) en uva de mesa: Itum, INIA-Biofrutales, Stargrow y Lombardi.
Si hacemos una agrupación de las variedades de los distintos programas por fecha de cosecha temprana, podemos hablar de las siguientes variedades:
– Itumfifteen: Es una variedad roja brillante de color natural, muy crocante y firme aún a los 45 días de frío, de sabor moscatel. En Chile la podemos posicionar con fecha de cosecha de Flame Seedless. Es de fácil manejo y algo que destacar es su resistencia a oídio.
– Tawny Seedless: También cosecha de Flame más diez días. De baya redonda, grande (24-26 mm) y limpia. Muy fácil y barata de trabajar. Productiva (Desde 3.800-4.000 cajas por hectárea) y buen raquis, que se mantiene prolongadamente verde en postcosecha.
– Itumseventeen: Variedad blanca temprana, fecha de Superior. También es resistente a oídio, como Itumfifteen. Productiva y crocante.
– Itumeighteen: Roja brillante de color natural con una particular forma de baya tipo “maní”. Calibre 19-22mm, de muy fácil manejo, buen sabor y, lo más relevante, es que es tolerante a lluvias de hasta 30mm.
En un segundo grupo, agrupamos las variedades de mediana estación y fácil manejo:
– Itumseven: Roja natural, calibre promedio de 20-23 mm, crocante y rica. Muy fácil y barata de producir, el racimo requiere sólo descole.
– Inia G-4: En Chile, fecha de Thompson seedless, mismo color, muy productiva y de fácil manejo agronómico y buena post cosecha. Se trata de una interesante novedad varietal del PMG INIA-Biofrutales que ya fue lanzada comercialmente.
– Itumwelve: De intenso color negro azabache, que lo toma con mucha facilidad, es muy firme, dulce y crocante, con 21 a 23 mm de calibre y piel firme. Además, es no astringente, lo que la hace tolerante a lluvia.
– INIA G-3: Variedad de nicho, que podría posicionarse dentro de las de sabor. Tiene un muy atractivo color rosado claro. Muy dulce, de suave sabor moscatel. Calibra entre los 18-20 mm. Con un buen potencial productivo del orden de 3.500 – 3.800 cajas por hectárea.
– Itumnine: De las más crocantes y productivas de Itum. De color rojo oscuro violáceo, racimo suelto, fácilísimo de manejar, donde el racimo solo se descola.
Y, por último, como tercer grupo de variedades blancas tardías, que se cosechan a finales de marzo a principios de abril en la zona central de Chile:
– Itumfive: Atractiva blanca tardía, con fecha cosecha TH+50 días, de calibre, 21-23 mm y crocancia alta. Es una de las variedades del PMG Itum más plantada en España. No requiere de aplicaciones de giberélico.
– Itumsix: Blanca, con fecha cosecha TH+35 días. Buen calibre 21-23 mm. Requiere arreglo de racimo de mediana complejidad. Potencial productivo muy alto. Buena post cosecha.
Estas son algunas de las variedades de los diferentes programas que ANA CHILE representa nacional e internacionalmente en los diferentes territorios en la actualidad: Chile, Perú, Brasil, Egipto, Australia, Argentina. Sin duda, la oferta varietal ha ido en alza y ha llegado para quedarse. La consistencia y competitividad de las variedades son dos elementos claves al momento de la elección.
Fuente: www.mundoagro.cl