El uso de sustratos alternativos a la utilización de suelo, tierra de hoja, arena y otros, ha demostrado ser una herramienta eficaz en el manejo agrícola de cultivos de alto valor, propios de exportaciones a destinos con alto poder adquisitivo, pero con normas estrictas que aseguren la inocuidad y calidad del producto hortofrutícola a consumir. Por esto, existe una tendencia clara hacia la necesidad de utilizar sustratos de origen conocido en la producción, homogéneos en todas sus partidas, libres de plagas y enfermedades, fáciles de disponer en campo, de propiedades físico-químicas estables y por sobre todo, aptas para sostener uno o varios ciclos productivo, mediando un costo accesible para el negocio mismo.
Ante lo anterior, el empleo de sustratos en base a fibra (finas y largas) y chips de coco (Cocus nucea Mill) en distintas presentaciones (pellets, contenedores plasticos, bloques de 5 Kgs, bolsas de cultivo o growbags, etc), se ha convertido en una alternativa interesante, que permite a los agricultores y empresarios agrícolas acceder a los complejos requerimientos sanitarios solicitados para exportar, pero sin perjudicar el correcto performance de las plantas en campo. Los paises que hoy llevan la delantera en produccion y exportacion de sustratos de fibra de coco para hidroponia y viveros son Sri-Lanka e India, entre muchos oferentes mundiales, pero que no cuentan con el expertise ni el nivel para proveer un producto de calidad o certificado, por ejemplo, para agricultura orgánica. La gran ventaja de un sustrato como el de coco, es entre otros la alta capacidad de retener agua dada su estructura de fibra compuesta por múltiples pequeñas “cañerías” (Imagen 1), y gracias a su pH y Conductividad eléctrica controlados por lavado en origen o bien técnicas como la bufferizacion, proveer excelentes condiciones para la generación de raíces en distintas especies vegetales como Solanáceas, Cucurbitáceas, hortalizas de hoja, frutales y viveros frutales u hortícolas entre otros. Importante destacar también que un sustrato de coco de calidad presenta buena aireación, un proceso de compostaje ya avanzado y un alto contenido de lignina que promueve el crecimiento de microorganismos en la zona radicular. Permite también uniformar factores como retención de humedad, aporte de nutrientes y riego, pudiendo mezclarse fácilmente con turba, perlita y otros sustratos de uso común. Finalmente, constituye un medio que debería presentarse limpio de plagas y enfermedades de suelo, por ende, la semilla o esqueje tiene una barrera menos que sortear, a la hora de desarrollar raíces y establecerse correctamente en campo o contenedor.
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En el presente documento nos centraremos en dos importantes cultivos para la economía agrícola peruana de exportacion, como lo son el Arándano, en la zona sur del pais (Ica, Cañete y Chincha entre otros) y Café en el área norte, cerca de la frontera con Ecuador (San Ignacio de Cajamarca), ambos climas completamente distintos uno de otro, con condiciones propios de un desierto en el caso del primero y de un sistema semi-tropical de altura en el caso del segundo, factor que no condiciona en absoluto el uso de sustratos de este tipo en ambas geografías.
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El dinámico crecimiento del cultivo del Arándano en el desierto
Visitar campos de arándano en el sur de Perú es una experiencia muy novedosa y enriquecedora. La actividad venia creciendo activamente hasta principios de este año, superando las 10.000 hectáreas totales, y avanzando decididamente hacia las 12.000. Las condiciones de pandemia actuales claramente han influido en cifras de todo tipo, pero hasta antes de esta contngencia sanitaria, se podia afirmar perfectamente que Perú estaba en condiciones de crecer a razon de 5.000 hectareas/año. El productor promedio se refleja en aquellos empresarios/agricultores que han invertido mucho capital y seguido exigentes requerimientos de mercados como EE.UU, Canadá y Europa, pero que conservan ese permanente y humilde interés por aprender y mejorar, propio de un perfil de actividad que no lleva mucho tiempo dentro de la producción mundial. En este caso, el empleo de sustratos de fibra de coco se ha concentrado principalmente en productos como bolsas de cultivo de 27 a 30 Lts, de forma cuadrada, compuestas por una mezcla de distintas proporciones de fibra fina (5-10 mm) y chips, con hoyos de drenaje en el fondo e en la parte superior irrigadas con un sistema presurizado tipo planza de riego, con caudales de riego determinados por distintos números de pulsos de riego por día, según epoca del año y estado fenologico del cultivo. En esta misma labor se incorpora el fertilizante soluble requerido, y actualmente existen comprobadas ventajas en la incorporación complementaria de otros tipos como los orgánicos (en base a algas marinas, ácidos húmicos, ácidos fulvicos, etc.) o tambien los de liberación controlada en la estrategia de fertilizacion base. (https://www.pthorticulture.com/es/centro-de-formacion/fundamentos-basicos-de-los-fertilizantes-de-liberacion-controlada/).
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También es posible observar el empleo de contenedores de mayor volumen (hasta 60 litros) con sustrato a granel, presentado desde origen en forma de bloque seco comprimido de 5 Kgs para ser disgregado y expandido con agua. Esta presentación deberia conservar las mismas características y cualidades que la bolsa antes mencionada, pero se encarece al requerir mano de obra para expandir, disgregar y llenar contenedores en terreno.
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El negocio de la producción y proceso de Café en grano: el tránsito de una finca familiar-campesina a una empresa exportadora.
El cafe es uno de los principales productos agricolas de exportacion de Perú, concentrandose mayormente en café arábico (Coffea arabica) en las variedades Typica, Bourbón, Caturra y Catimor, por nombrar algunas. Su produccion directa genera aproximadamente 40 millones de jornales al año, a los que se suman aquellos por servicios de comercio, industria y trransporte. La actividad como tal presenta amplias ventajas en terminos físicos y organolépticos, contando en la actualidad con importantes certificaciones como Café Orgánico, Comercio Justo y Rainforest Alliance, entre otros.
La superficie total país cultivada con café supera las 230,000 hectáreas distribuidas en tres zonas, siendo la región más apropiada para obtener los mejores rendimientos con alta calidad la que se ubica en la zona de la selva, bajo una ecología tropical como lo es la zona donde se iniciaron ensayos de propagación de semillas de cafeto con sustratos de fibra de coco, ubicada en el distrito de Chirinos, provincia de San Ignacio de Cajamarca, mas específicamente en la empresa familiar “Finca Churupampa”, que actualmente posee 40 hectareas distribuidas en distintos tipos o variedades de Coffea arabica principalmente y que exportan a mercados como EE:UU, Canadá, Chile, Alemania y Holanda.
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La forma usual de hacer plantines desde semilla es utilizar camas compuestas principalmente por arena de río como germinador. Al ser una zona de amplia pluviometría, el factor riego no se hace tan crítico, pero las germinaciones no son en muchas ocasiones homogéneas.
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Desde el año 2017 que se viene utilizando de forma experimental como medio de propagación de semillas, pellets constituidos de fibra fina de coco, cubierta con una malla de celulosa, que permite el libre transito de raíces hacia afuera, eliminando el stress pre y post-transplante típico, por ejemplo, al arrancar el plantín desde bandejas almacigueras de plumavit previo a la plantación o al rasgar contenedores de polietileno negro (Imagen 10), sumado a que la raiz al chocar con paredes fijas, va a tender a adoptar crecimientos helicoidales que no son recomendables en el posterior establecimiento, ni contribuyen a la correcta absorcion de nutrientes, función primaria de las raíces junto con el sostén de la estructura vegetal. En el caso del desarrollo radicular en un pellet, se favorecen raíces que se presentan perpendiculares al eje central, y que presentan las mejores condiciones para explorar el suelo, desarrollarse y absorber nutrientes.
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Dado lo anterior es que se postuló el empleo de pellets de propagación de fibra fina de coco, de forma cilindrica y dimensiones 60 x 120 mm (diametro y largo), que al igual que las bolsas o contenedores se presentan desde origen en forma comprimida y seca, y que se disponen para siembra/plantación una vez expandidos con agua. La principal ventaja nuevamente está en la utilización de un sustrato de fácil manejo, origen conocido (actualmente se utilizan mezcla de suelo arcilloso con arena de rio, entre otros), libre de malezas, plagas y enfermedades y que permite a la raíz desarrollarse en condiciones óptimas para su posterior transplante a campo definitivo. Debe tomarse en cuenta, que una planta de cafeto estará varios años en campo luego de su transplante, por lo que se vuelve crítico tener una correcta labor de plantación y contar con un desarrollo de raices sano y vigoroso, listo para colonizar el suelo de raices y generar óptimos rendimientos.
A la fecha, los resultados han sido buenos y esperamos poder volver lo antes posible a Chirinos para comprobar el avance de las plantas que germinaron, emergieron y se desarrollaron en un pellet de propagación de fibra de coco. Esperamos que este avance tecnológico-agrícola resulte ser una ventaja competitiva para nuestros amigos peruanos en el exigente mercado en el cual se desempeñan.
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Martín Harvey B.
Ingeniero Agrónomo PUCV
Magister en Gestión y Tecnología Agronómica UTFSM
Muy bueno el artículo. Un avance en las tecnologías de cultivos emergentes. L B M