Gran interés y alta participación logró la realización del seminario internacional “Agalla de la corona en berries: antecedentes de una enfermedad compleja” que de manera gratuita organizó INIA en el marco del Programa de extensión, capacitación, investigación e innovación en berries para la Región del Maule que apoya la Fundación para la Innovación Agraria.
Más de 260 personas, entre ellos 71 extranjeros de 12 países, siguieron la transmisión zoom, motivados por contar con los más recientes antecedentes de la enfermedad mundial agalla de la corona presente en huertos frutales. Entre las medidas preventivas los expertos recomiendan el uso de agua de pozo para el riego y reemplazar las plantas que presenten síntomas.
El evento contó con la participación del consultor serbio Nemanja Kusmanovic, referente mundial en enfermedades bacterianas; Gloria Cuevas, encargada del Laboratorio de Fitopatología del SAG Ñuble; y la investigadora y fitopatóloga de INIA Quilamapu, Paz Millas.
Esta última, quien además fue la coordinadora general del seminario, indicó que aunque la agalla de la corona es una enfermedad reportada por primera vez en Francia en 1953, sigue siendo un gran problema en el sector de frutales, particularmente en berries. Agregó que es causada por una bacteria (Agrobacterium tumefaciens) que transfiere parte de su ADN a la planta, lo que estimula la aparición de agallas o tumores. “Una vez que la planta ha sido infectada, ya no existe un control curativo”, aclaró Paz Millas.
Millas sostuvo también que, a nivel mundial, se siguen descubriendo nuevas especies de bacterias causantes de la agalla, algunas de las cuales afectan a berries, todo lo cual fue presentado por el especialista serbio y descubridor de ellas, Nemanja Kusmanovic. En este aspecto, Paz Millas destacó que INIA trabaja en la detección e identificación de algunas de estas nuevas especies que podrían estar presentes en Chile, sin reportes positivos hasta el momento. “Es importante conocer las especies presentes en nuestro país, para conocer cómo afectan a los berries y saber cómo detectarlas”.
En esa línea, el director ejecutivo de FIA, Álvaro Eyzaguirre, sostuvo que “la Fundación hace algunos años está apoyando el Programa de extensión, capacitación, investigación e innovación en berries para la Región del Maule porque sabemos que los frutos del bosque son fundamentales para la salud y la agricultura nacional. A la fecha, por ejemplo, ya existen más de 18 mil hectáreas plantadas de arándano y cerca de 3 mil de frambuesas, realmente un avance necesario que desde la innovación se debe consolidar con el tratamiento de enfermedades que afecten la producción”.
Diagnóstico oportuno
Por otro lado, Paz Millas sostuvo que al no haber un control curativo para la agalla de la corona, “es importante realizar un diagnóstico oportuno y confiable que permita adoptar medidas preventivas y evitar que la enfermedad se propague en el vivero o en el huerto”. Destacó que las bacterias son capaces de infectar los suelos por varias temporadas y que entran a las plantas por las heridas causadas por manejos agrícolas (como las podas), por los daños de insectos en troncos y ramas, o por los agrietamientos en la madera producto de crecimientos acelerados de las plantas.
En tanto, la encargada del laboratorio de fitopatología del SAG, Ñuble, Gloria Cuevas señaló que aunque la agalla de la corona no es una enfermedad cuarentenaria en Chile, se encuentra dentro de las plagas reglamentadas en viveros, debido a la gran importancia económica que tiene en huertos de frutales. Ello significa que el SAG realiza fiscalizaciones obligatorias durante el desarrollo de las plantas en viveros y toma muestras para verificar la ausencia de las bacterias que causan la enfermedad.
Recomendaciones sanitarias
Una de los cuidados más importantes en la conformación de un huerto de berries es disponer de plantas sanas que no muestren síntomas de la enfermedad y, de preferencia, que cuenten con un diagnóstico molecular, destacó Paz Millas. A esta recomendación, la fitopatóloga de INIA Quilamapu consideró importante adoptar las siguientes medidas: de ser posible, usar agua de pozo para el riego; evitar plantar en suelos donde hayan crecido plantas con problemas en los últimos 4 a 5 años; evitar las heridas causadas por labores agrícolas y controlar insectos de suelo que causan mordeduras en la madera; desechar las plantas de viveros que presenten síntomas, para no contaminar las plantas sanas y el suelo; desinfectar completamente los instrumentos de poda y de toma de esquejes.
Seminario internacional
El seminario contó con la presencia del seremi de Agricultura del Maule, Luis Verdejo, quien destacó el “gran interés por informarse y actualizar los conocimientos sobre sanidad vegetal en un rubro tan importante para la región”. En ese sentido, recordó que INDAP y el Gobierno Regional del Maule iniciaron un programa de reconversión y diversificación productiva para pequeños productores, “para lo cual será fundamental disponer de acceso a plantas sanas”, recalcó.
Finalmente, el Director Regional de INIA, Rodrigo Avilés, mencionó que a pesar de las restricciones generadas por la pandemia, “seguimos generando información de campo y de laboratorio, para entregar apoyos y capacitar a productoras y productores desde el Programa de Extensión Berries Maule”.
Fuente: www.mundoagro.cl