Lo primero que se debe entender es que la calidad del sistema radicular define en gran medida el vigor y desarrollo de la parte aérea, si se quiere tener un buen desarrollo vegetativo para tener fruta de calidad, se necesita de un sistema radicular activo y abundante.
“No hay plan de fertilización exitoso si no se tiene un buen sistema radicular”, el que está conformado por todo el conjunto de raíces que tiene como función la absorción de agua y sustancias minerales, síntesis y transporte de sustancias orgánicas, excreción de sustancias orgánicas, anclaje de la planta al suelo y otras funciones (reservas, interacciones con la biota del suelo y propagación). Existen diferentes tipos de raíces, divididas por su origen, por su distribución en el suelo, por su longitud y grosor y por su función, de esto último las axiales de crecimiento activo y las absorbentes y activas son las más importantes (también existen las intermedias y las conductoras).
Es importante considerar la rizosfera (interacción entre la raíz el suelo y su microbiología) y su normal funcionamiento. Para lograr una generación constante de raíces nuevas con tasa positiva entre natalidad y mortalidad radicular, es necesario manejar y manipular una fracción del suelo como un sistema que constituya un sustrato favorable y equilibrado para fortalecer los nuevos desarrollos radiculares. Es decir, se debe manejar la física, química y biología del suelo evitando la compactación, aportando materia orgánica de calidad y a veces protegiendo la superficie del suelo (mulch). Efectuar una nutrición equilibrada (riego, luz y fertilización) para lo que es conveniente implementar un seguimiento nutricional (SNU) y un monitoreo integral de riego (MIR).
Las raíces jóvenes pueden captar nutrientes de forma más activa que las raíces viejas, siempre y cuando los recursos no sean limitantes, y la edad de las raíces influye en su eficacia competitiva. La distribución de edad en el conjunto de raíces puede influir en el contenido de varios elementos y en la respiración del sistema radicular. Por lo tanto, si ya sabemos que las raíces jóvenes son más activas, es importante predecir cuándo se producirá el crecimiento de raíces.
Es fundamental saber exactamente cuándo crecen las raíces para ajustar el riego y la fertilización a los momentos de mayor actividad de absorción de nutrientes en las plantas.
En Sudamérica se utiliza mucho el risotrón, para saber cuándo crecen y ajustar la nutrición a estos momentos. Por ejemplo, en condiciones chilenas (y en general en zonas de clima mediterráneo), lo normal es que se piense que el crecimiento radical es bimodal, 2 flushes, en primavera e inicios de otoño. En invierno el crecimiento se detiene por el frio y la falta de crecimiento de las raíces durante el verano sería consecuencia de la competencia por carbohidratos con los brotes y con la demanda reproductiva, o simplemente indicaría veranos muy secos. Además, normalmente se acepta que el principal flush de crecimiento de las raíces ocurre en primavera y que otro secundario se produce en otoño. Aunque hemos visto también uno pequeño junto a floración, pero dependerá de la especie.
Por lo tanto, podemos hablar de que en frutales tenemos 2 a 2 y medio flushes de crecimiento, los elementos nutricionales que se apliquen dependerán de la cantidad y los tipos de raíces que existan, y la demanda dependerá de la fenología.
Las raíces activas serán los crecimientos nuevos, que estará conformado por la cofia o caliptra, hay división y elongación celular y una zona detrás del meristema que generará pelos radiculares, en otras especies como el palto y el arándano no poseen pelos lo que se reemplaza por mayores puntos de división radicular ambos son los responsables de la absorción de los distintos elementos y agua. Hay que tener claro otro concepto, la raíz no come kilos (unidades) de fertilizantes, la planta bebe iones, por lo que es necesario controlar la solución del suelo, dependiendo de la concentración que se tenga de estos elementos durante los flushes de crecimiento es que se tendrá más o menos absorción. (siempre y cuando la evapotranspiración y CE sea la adecuada para la especie)
Ante un exceso de elementos, tendremos un aumento de la conductividad eléctrica y con una falta tendremos una desnutrición de la planta, por lo que se hace muy importante conocer la solución de suelo. La máxima absorción de nutrientes depende de esta actividad, en el caso del fósforo se absorbe en los primeros centímetros de crecimiento, se necesita de crecimiento radicular para absorber fósforo. El fósforo no es un enraizante, lo que hace es elongar las raíces que ya están, por lo tanto, hay que tenerlas primero y después aplicarlo. En el caso del calcio, magnesio y potasio también se absorbe en los primeros milímetros, por lo tanto, requiere del crecimiento activo de raíces. El nitrógeno prácticamente se absorbe a lo largo de toda la raíz.
Respecto a la actividad de las raíces, la actividad de las raíces blancas es mayores que las café o negras. Las raíces respiran, absorben, transportan, almacenan y sintetizan compuestos para regular la actividad aérea de la planta como las citoquininas (aunque estas se sintetizan en toda la planta).
Las raíces nuevas tienen una vida limitada, nacen y después mueren, estos flujos van de 20 a 60 días. En general, el balance entre auxinas y citoquininas. La longevidad del sistema depende de la relación copa-raíz.
Los factores de suelo que afectan directamente el crecimiento de raíces son la disponibilidad de agua (muchos portainjertos son sensibles al exceso de agua, la resistencia mecánica, la aireación, la temperatura, la conductividad eléctrica y la toxicidad por aniones y cationes).
La disponibilidad de agua es importante, ya que, un exceso provoca la pudrición o la muerte de las raíces, muchas veces las causales son por excesos de riego y por ende falta de oxigenación, mala preparación de suelo provocando compactación, riegos cortos, provocando que las raíces no se desarrollen en profundidad.
La Resistencia mecánica (compactación), para lograr tener un sistema radicular profuso en todo el perfil se requiere de una buena preparación y floculación del suelo, esto último es la unión de las arcillas y materia orgánica con cationes divalentes como calcio y magnesio, cuando ocurre esto le llamamos agregados. La estructura se puede perder por dos factores, uno es físico, producido por el paso de maquinaria, mala preparación de suelo; y el otro es químico que llamamos peptización que se produce por exceso de sodio o potasio, lo que genera sellar el suelo y el resultado es la disgregación de este. Esto genera que las raíces crezcan por las grietas o en flujos preferentes o en planos horizontales.
Para agregar el suelo se requiere que las arcillas y materia orgánica se unan con cationes divalentes como calcio y magnesio para lograr la floculación del suelo. Para lograr esto se requiere añadir electrolitos, como el Calcio en concentración y/o modificar el pH y/o añadir compuestos orgánicos que unan los coloides con estos cationes y formar macro agregados (por ejemplo, materia orgánica en todas sus formas, bien distribuidas y en las dosis correctas).
La materia orgánica hay que considerarla como un fertilizante y aplicarlo todos los años. Retiene cationes hasta cuatro veces comparado con una arcilla como la montmorillonita; proporciona partículas de tamaño coloidal con carga negativa, que tiene una alta capacidad de retener e intercambiar cationes; actúa como agente amortiguador al disminuir la tendencia al cambio brusco del pH del suelo cuando se aplican sustancias de reacción ácida o alcalina, hace posible la formación de complejos órgano-metálicos, estabilizando así micronutrientes del suelo que de otro modo no serían aprovechables; es una fuente de elementos nutritivos, los que son aprovechables por las plantas después que la materia orgánica ha sido descompuesta por lo microrganismos.
La oxigenación, es importante ya que la raíz vive donde hay aire, oxígeno. Este punto es importante ya que en gran medida se determina con la preparación de suelo por esto es importante prepara la máxima profundidad posible.
Conductividad eléctrica y toxicidades, como ejemplo, en suelos de ph ácidos se puede liberar aluminio, provocando una atrofia de las raíces, para esto en caso de tener phs bajo 5,5 se debe encalar el suelo. Hay casos en que el exceso de fertilizantes provoca la muerte de las raíces por toxicidad de algunos elementos, sobre todo cuando se realizan fertilizaciones edáficas sin medir la CE.
Las raíces son importantes por un lado porque generan la absorción de agua, elementos y hormonas para generar productividad y porque también van a reservar los elementos que se necesitarán para la brotación y floración venidera, en prácticamente todas las especies sean caducas o persistentes. Las reservas son moléculas y elementos que confieren propiedades específicas a las plantas en ciertos períodos de tiempo. Estos son en su mayoría azúcares como el almidón, sacarosa, glucosa, fructosa, también aminoácidos como la Arginina que es la forma de reservar el nitrógeno, además de algunos elementos como el fósforo, el potasio. La importancia de las reservas es clara, aunque los tejidos beneficiados y el momento varían según hábitos de desarrollo de las variedades y las condiciones. Las funciones son la supervivencia invernal (aumenta su punto de congelación al tener mayor cantidad de solutos en la raíz), directa relación con la actividad del cambium antes de brotación (generar mayor división celular) y dar el aporte de nutrientes para el primer crecimiento de raicillas y brotes.
Las reservas se dan principalmente en las raíces, aunque en algunas especie es la madera, siendo los factores que la afectan, la temperatura relacionado con el frío invernal, el estado nutricional de la planta, la producción anterior y la fertilización de post cosecha. Con reservas deficitarias se reduce el diámetro de los brotes y si son continuas pueden inhibir el desarrollo de la planta.
Gran parte del nitrógeno se reserva como Arginina, en especies caducifolias, siendo el 60% de la reserva proveniente de la absorción postcosecha del suelo, distribuido en un 80% en las raíces y un 20% en la copa. En zonas con temperatura de suelos más altas como en Argentina, sur de España, California, Chile y Sudáfrica la fertilización de otoño puede determinar un alto contenido de reservas. En climas fríos debe hacerse antes de cosecha como en Oregon, norte de España, sur de Chile, sur de Argentina. Autores hablan de aplicar hasta el 50 % de la dosis de referencia de nitrógeno y fosforo y hasta un 30% del potasio, lo normal es aplicar un tercio pero dependerá de la zona agroecológica de donde se esté. Para la utilización normal de la arginina depende de las reservas de almidón (reservas de los azucares en forma de carbohidratos). También importantes son las reservas de fósforo y potasio.
Las raíces son de vital importancia por lo que hay que darle la misma importancia que la parte aérea.
Gonzalo Allendes Lagos.
Ingeniero Agrónomo. PUCV. MBA EOI.
Director Técnico Área Agronomía. AGQ Labs.
Experto en Nutrición Vegetal.